La menta se puede utilizar de cuatro formas:
1-Planta viva o cortada recientemente: como aromatizante del hogar, sobre todo cocina o baño, también para el jardín. Como repelente de ratones e insectos, usando ramitas secas.
2-Té o infusión: simplemente se debe añadir agua hirviendo en una taza con hojas de menta para poder disfrutar de sus beneficios, ya sea frío o caliente. Ayuda en la digestión, estimula la producción de bilis, mejora la circulación, ofrece frescor al cuerpo, alivia los nervios, permite dormir profundamente y mejora los síntomas de estrés.
3-Decocción: hirviendo las hojas de menta por 30 minutos sirve para aliviar la piel agrietada y lavar heridas.
4-Aceite esencial y cremas: en forma de cápsulas que son eficaces para el colon irritable, dolor de cabeza, antibacteriano y antivirus y dolores musculares. Se puede consumir o bien utilizar en la zona afectada, mediante masajes o frotando enérgicamente.
La menta es un aliado en nuestra cocina y a su vez nos aporta otros usos más que interesantes, además de ofrecernos su delicioso aroma en el hogar.