Remedios caseros para el dolor de garganta
El dolor de garganta se produce comúnmente como consecuencia de infecciones en las amígdalas o la faringe y puede venir acompañado de síntomas adversos como picazón, ardor o molestias para deglutir.
Estas infecciones por lo general son de curso leve y salvo que se presente fiebre muy alta no precisa tratamiento médico porque suelen remitir espontáneamente en unos días y no producen mayores complicaciones.
Los tratamientos para el dolor de garganta son paliativos y están enfocados a reducir las molestias ocasionadas y los más empleados en este punto son el ácido acetil salicílico o aspirina (excepto en los niños), el farmaco ibuprofeno y el paracetamol.
El diagnóstico por lo general suele basarse en la sintomatología descrita y en la observación de la zona afectada, no obstante, también puede solicitarse una muestra de cultivo cuando exista sospecha de una infección estreptocópica.
En los casos en que la muestra del cultivo sea positiva pueden emplearse tratamientos antibióticos para combatir infección, en caso de no realizar la prueba o que resulte negativa, los tratamientos antibióticos no sirven para tratar las infecciones comunes de garganta de curso viral y no deben suministrarse a los pacientes.
Causas de los dolores de garganta
El resfriado y la gripe son dos afecciones respiratorias comunes que pueden incluir el dolor de garganta entre sus síntomas frecuentes dependiendo del grado de implicación de las vías respiratorias.
La amigdalitis es otra causa común del dolor de garganta que también está producida por infecciones que pueden ser virales o bacterianas, únicamente identificables mediante cultivo.
La mononucleosis infecciosa es otra infección de origen vírico que suele afectar a la garganta además de los ganglios linfáticos que presentan la misma sintomatología de inflamación.
Miel con limón
Te de manzanilla
Prepárate un té de manzanilla y cuando esté tibio, moja una pequeña toalla o compresa y aplícatela en la zona del cuello donde sientes el dolor y deja actuar durante un tiempo hasta que la compresa o toalla se enfríe. Puedes ir haciéndolo y repitiendo las veces que creas necesarias.
Tomillo
Prepárate un té de manzanilla y cuando esté tibio, moja una pequeña toalla o compresa y aplícatela en la zona del cuello donde sientes el dolor y deja actuar durante un tiempo hasta que la compresa o toalla se enfríe. Puedes ir haciéndolo y repitiendo las veces que creas necesarias.
Recomendaciones
Consultar al médico cuando el dolor de garganta no desaparezca espontáneamente o venga acompañado de fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dificultad para respirar o erupciones cutáneas.