La piel es el órgano del cuerpo que tiene mayor tamaño. Tiene muchas funciones: protege los órganos internos, ayuda a mantener la temperatura, sirve para eliminar toxinas a través del sudor, y es lo bastante sensible como para sentir y transmitir diferentes sensaciones como la del calor o la del dolor.
Nutrición: consumir buena cantidad de frutas frescas, raíces y vegetales. Beber 8 vasos de agua al día. Usar aceites y cremas hidratantes en las zonas donde hay resequedad.
Higiene: bañarse todos los días y secar bien todo el cuerpo, especialmente el espacio entre los dedos para evitar los hongos. Limpiar oídos y uñas con cuidado.
Protección: no exponerse mucho tiempo al sol y usar antisolar todos los días en el rostro y las manos. Usar guantes al trabajar con herramientas de mango, productos químicos o temperaturas extremas.